Ni siquiera la lluvia pudo atajar a las personas que fueron por última vez a ver el retablo hecho por el artista plástico Koki Ruiz en las Fuerzas Aéreas de Ñu Guasu. Los adultos, los enfermos, niños pequeños en brazos de sus madres, fueron hasta el imponente retablo de maíz y frutos del campo para ver por última vez la obra, que algunos artistas ya conciben como una nueva escuela de arte.
Las músicas sacras y los cantos en guaraní fueron dirigidos por el maestro Luis Szarán. Ricardo Flecha también se sumó con su canto al festival artístico. Participaron también integrantes del Coro Espíritu Santo de Ciudad del Este, el Coro Paraguayo de Cámara de Asunción, el coro Misa Guaraní Pyahu y grupos de danza de colegios jesuitas del Paraguay.
Pilotines y paraguas sirvieron de protección al público, que desafío el mal tiempo para observar el espectáculo montado y que se extendió hasta casi la medianoche del martes. Hasta el propio Luis Szarán dijo que se trataba de "un concierto de paraguas", refiriéndose a la situación que se estaba viviendo.
Por su lado, el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, comentó que "yo solo quiero agradecer al Sr. Presidente de la República y a todas las autoridades, a los ministros que a través de la embajadora Leila Rachid han hecho un trabajo maravilloso con los miembros de la Iglesia".
Resaltó además que "el pueblo paraguayo ha sorprendido tanto al Papa como nosotros hemos sorprendido al mundo. El Papa nos sorprendió a nosotros y nosotros hemos sorprendido al Papa y juntos hemos sorprendido al mundo, porque fue la mejor visita sin orgullo, sin vanidad, la mejor visita elogiada por el padre Lombardi y por los de la comitiva".
Valenzuela explicó que Guzmán Carriquiri, número dos de la Comisión Pontificia para la América Latina y destacado asesor del Papa, se refirió acerca de Paraguay, "dijo que está orgulloso del Paraguay, me ha sorprendido en todo. Ecuador y Bolivia fueron grandes, pero no se compararon con el Paraguay, fueron los mensajes que más me llegaron y es lo que hace valer la pena el trabajo que se ha realizado. Una unidad sincrónica".