Numerosos profesionales del Derecho se presentan como candidatos a ocupar el cargo de Defensor del Pueblo, entre ellos, la Dra. Mercedes Brítez de Buzó, quien analiza en esta entrevista tal figura constitucional, sus funciones y la evidente poca importancia que el Legislativo le asigna, pues ha dejado que permanezca en el cargo quien cuyo mandato ya venció en el 2008, Manuel María Páez Monges.

La ex jueza y ex miembro del gabinete de Nicanor Duarte Frutos destaca entre sus prioridades la atención a la niñez y la tercera edad, sin descuidar aspectos atinentes a los derechos humanos.

–¿Cómo analizaría la situación de la Defensoría del Pueblo?

–El hecho de que haya vencido el mandato del Defensor y que hasta la fecha no se haya nombrado es una negligencia del Congreso. El Defensor del Pueblo tiene una función muy importante y por eso esto ya tendría que haberse hecho. Es decir, si se le daba la importancia que tiene.

–¿Dónde se centra su objetivo más importante?

–El Defensor del Pueblo debe hacer visible los derechos humanos. Los derechos humanos están siendo violados constantemente por todos esos abusos del poder público y tiene que intervenir, ya que es como un órgano de control indirecto de la administración pública en general.

–¿Dónde ve usted una mayor violación de los derechos, en el sector campesino, indígena…?

–Esto ocurre en todos los sectores. En la niñez, por ejemplo, que es donde más a mi me afecta, me choca, pero se da en todos los aspectos. El 40% de la población paraguaya son niños; de los 7 millones de habitantes el 40% son niños; de ese 40%, 1.200.000 viven en estado de pobreza. Yo no puedo entender, no me entra dentro de mi capacidad cómo es posible que un país que tenga dos hidroeléctricas, las más grandes del mundo… nosotros no somos un país pobre, de ninguna manera, por la naturaleza que tenemos, la energía que tenemos, somos un país rico. Entonces, cómo es posible que ese niño que murió (NdR: hecho ocurrido el lunes pasado) estaba en un estado de desnutrición. Por qué está en un estado de desnutrición, siendo que el Paraguay no es un país pobre. Quiere decir que estamos ante un Estado ausente.

Tenemos también el caso de las violaciones que son casi el pan de cada día…

Semanas atrás hemos visto las violaciones más atroces. Entonces hay un Estado ausente en salud, en las sanciones que se debe aplicar en cuanto a las violaciones que hay, a los abusos a la niñez.

–¿Usted cree que esta vez se va a elegir al Defensor del Pueblo, que esta vez se va a tener el acuerdo político?

–Yo no sé si va a haber o no el acuerdo político. De parte mía, yo me presento con la fe y la esperanza creyendo que de una buena vez por todas los parlamentarios van a tomar una directiva diferente. Desde que el mundo es mundo hubo corrupción; de que va a haber y seguirá habiendo es así, pero eso no va a impedir que yo me presente.

–¿Si usted llega a ser Defensora del Pueblo, qué sectores priorizaría?

–Acá no solamente hay que saber hacer, sino hay que querer hacer; hay que tener voluntad de trabajo y eso a mí me sobra. Ahí yo voy a implementar una descentralización de los defensores departamentales y que me faciliten los recursos humanos que necesito, porque no puedo sola. Si yo voy a defender los derechos humanos, no puedo andar estirando toda la gente; la gente tiene que trabajar. Entonces, lo primero que voy a implementar es una gestión por proceso, con planes, metas y objetivos, con indicadores. Voy a medir de manera participativa y con herramientas tecnológicas para transparentar la gestión. O sea, voy a aplicar una tecnología con computadoras, tal como me manejé en el Tribunal. Durante mi gestión nunca tuve mora, jamás tuve urgimientos, porque expediente que entraba, expediente que salía y expediente que yo pedía, expediente que providenciaba. Así me voy a manejar. Entra un expediente, se anota, qué pasa con él, si tiene reclamo, ahí voy a estar.

–La elección del Defensor tiene un alto componente político…

–Pero la política busca el bien común. Ahora, que se tergiverse el bien común es otra cosa. No vayamos a lo que es realmente la politiquería, eso es otra cosa.

–Acá se estila que nuevamente habrá acuerdos, componendas para elegir a un nuevo Defensor…

–Y como te dije, toda la vida hubo corrupción, no es la primera vez que va a ocurrir eso. El país está cansado de la corrupción, pero yo te voy a decir una cosa: hay que señalarle a estos parlamentarios la corrupción que hay y ustedes los periodistas tienen que hacer mea culpa. La otra vez murió un niño, el pueblo tenía que haber estado; tenían que haber estado 7 millones de habitantes frente al Parlamento. Cuando se trata el Presupuesto General de la Nación, el pueblo debería estar ahí diciendo "queremos que se invierta en los niños", pero no está. Entonces, qué le vamos a reclamar a los parlamentarios. Nosotros nos quejamos en las redes sociales desde nuestro asiento con aire acondicionado desde nuestra casa, mientras el pueblo se muere de hambre. Hagamos mea culpa.

–A pesar de todo esto que señala ¿no tiene miedo de presentarse?

–Yo me voy a presentar, voy a poner mi cara, mi firma y mi boca. Ahora, el que anda solamente en las redes sociales, ese es su problema. Yo sí me voy, me pongo y me arriesgo y quiero un país mejor para mis nietos, porque yo ya tengo 63 años.

–Tenemos la otra arista que es la parte internacional, donde el Paraguay no está muy bien conceptuado. ¿Cómo ve esa situación?

–Cuando veo las catástrofes naturales que tiene Chile o Japón, yo digo que ellos se han de reír de nosotros. Cuando me encuentre con ese flaco que está ahí arriba y me diga: Mercedes, vos qué hiciste por los demás… tuviste la posibilidad de estudiar, miles de posibilidades y qué hiciste por ese prójimo que vende empanadas allí en la esquina… qué hiciste para que él tenga un espacio de poder. Esa es la pregunta que a me carcome cuando voy a dormir. Por eso me presento.

–Si llegara al cargo, ¿por dónde empezaría?

–Empezaría por el Presupuesto General de la Nación y me voy a tirar por los niños y los ancianos; por los niños y la tercera edad, el capital humano; para que se pueda invertir en el desarrollo de mi país y en el capital humano.