Buenos Aires, Argentina | AFP |

El gobierno de Argentina se sumó este martes a los pedidos de juicio político contra los magistrados que redujeron la pena al violador de un niño de seis años alegando que la víctima es homosexual y ya había sido ultrajada por su padre.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, calificó ese fallo como una "burrada" y una "animalada" por lo que pidió que los jueces "sean llevados a jury (ndlr: juicio político)".

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Los jueces Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués resolvieron reducir de seis años a tres años y dos meses la condena a Mario Tolosa, vicepresidente de un club de fútbol de barrio, al norte de Buenos Aires, condenado por abuso sexual a un niño que concurría a esa institución, en un hecho ocurrido en 2011.

Para reducir la pena a Tolosa, los jueces consideraron que al haber sido ultrajado anteriormente por su propio padre --que según ellos está preso por esta causa-- el niño no podía volver a ser ultrajado - lo que supone une pena mayor - sino solo abusado.

Los jueces escribieron además en el fallo que "es claro que la elección sexual del menor (...) ya habría sido hecha, conforme a las referencias a la recurrencia en la oferta venal y al travestismo".

Sostuvieron sin otro fundamento, que el niño "transitaba una precoz elección de esa sexualidad".

El fallo de la Cámara de Casación de la provincia de Buenos Aires, mayor instancia penal previo a la Corte Suprema del distrito más importante, fue denunciado el lunes por la Federación de Gays Lesbianas, bisexuales y Transexuales (FALGBT) que pidió abrir un juicio político contra los dos magistrados que firmaron la sentencia.

Fernández sostuvo este martes que se trata de "una de las animaladas más grandes que se ha visto en el país" y advirtió que "no existe consentimiento del menor" cuando tiene seis años la persona.

El portavoz del Gobierno de la presidenta Cristina Kirchner insistió en lo "aterrador de la burrada". "Estamos en manos de tarados", dijo al reclamar el juicio político contra los magistrados porque actuaron "contra la ley".

"La relativización de la figura del 'doblemente ultrajante' es terrible; y es más frecuente de lo que se imagina relativizar esta situación", advirtió Fernández.

El fallo provocó el lunes una ola de indignación en el país, donde legisladores, juristas y organismos defensores de los derechos de la infancia rechazaron la actuación de los magistrados mientras uno de los jueces implicados, Piombo, continúa defendiendo en los medios su veredicto como "justo".

Adriana, la tía del niño cuyo apellido no fue divulgado, aseguró a medios locales que su sobrino "no había sido ultrajado antes" y afirmó que cuando sucedió el hecho "el padre estaba preso".

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