"Estoy convencido de que detrás de estas declaraciones, Estados Unidos está preparando un golpe de Estado en Venezuela. Repudiamos, condenamos", dijo el mandatario en una rueda de prensa.

El gobernante boliviano agregó que está "convencido de que se trata de una forma de convulsionar" Venezuela y crear inestabilidad democrática y política para justificar una intervención, lo cual, a su juicio, es una estrategia conocida de los países imperialistas.

Los últimos datos oficiales en Venezuela señalan que Maduro obtuvo 7.575.506 votos (50,78%) y Capriles, 7.302.641 (48,95%), una separación de 1,83 puntos porcentuales.

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El Gobierno de Estados Unidos, al igual que la Organización de Estados Americanos y la Internacional Socialista, han respaldado la petición de Capriles de que se recuente cada voto emitido en las elecciones del domingo.

El líder opositor ha dicho que no reconocerá los resultados electorales hasta que se haga el recuento y ha pedido a sus seguidores manifestarse pacíficamente para lograrlo.

Morales agregó que los gobiernos antiimperialistas defenderán la democracia en Venezuela porque Estados Unidos "busca acabar con los presidentes, gobiernos, partidos que salen de los pueblos para enfrentar políticas económicas que traen desigualdades".

Una forma de defender la democracia en Venezuela sería "una cumbre de jefes de Estado", apuntó Morales, quien insistió en su respaldo a Maduro y "la revolución bolivariana de Venezuela".

"Lamento mucho que el presidente (Barack) Obama al igual que otros expresidentes se dediquen a conspirar y conspirar contra gobiernos y presidentes que no coinciden en programas", insistió.

"Maduro ganó las elecciones limpiamente" y los resultados deben ser respetados porque de esa forma se garantiza la democracia, subrayó, para luego señalar que el viernes asistirá a la ceremonia de investidura del nuevo mandatario en Caracas.

En su intervención, Morales también comentó que Estados Unidos no tiene ninguna moral, ni autoridad para cuestionar los resultados en las elecciones de cualquier país de Latinoamérica o el Caribe.

En ese sentido, mencionó el triunfo de George W. Bush en 2004 con un 50,7 % de los votos y el de la elección de Barack Obama a fines del año pasado con un respaldo en las urnas de 51,1 %.

No mencionó, sin embargo, que porcentajes sacaron los rivales de Bush y Obama en esas elecciones.

"¿Qué país del continente, qué organismo internacional ha pedido auditoría o control, o ha desconfiado de esas elecciones? Los resultados se respetan", espetó Morales.

"Un país que no respeta los resultados como Estados Unidos es un país intervencionista, un país golpista", remarcó. Fuente: mundo.com

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