Buenos Aires, Argentina | AFP |

Nisman, de confesión judía, fue desde 2004 fiscal especial de la causa por este atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que mató a 85 personas y dejó 300 heridos.

El fiscal apareció muerto con un disparo en su cabeza el pasado 18 de enero, cuatro días después de denunciar a la presidenta Cristina Kirchner, su canciller Héctor Timerman y allegados al Gobierno de encubrir a exgobernantes iraníes acusados de planear este ataque.

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Hasta ahora se desconocían las amenazas reveladas el jueves por el portal de información Infobae, que publicó un email como parte de una serie de correos electrónicos que habría recibido Nisman en 2012 y 2013 con amenazas antisemitas.

"Esto me sorprende y me preocupa mucho. Me preocupa especialmente desde el lugar de donde podría haber venido esto", dijo Julio Schlosser, presidente de la organización de asociaciones israelitas DAIA citado por la Agencia Judía de Noticias (AJN).

Schlosser aseguró que desconocía estas amenazas.

"Si yo me hubiese enterado y él me lo hubiese dicho, yo en cuanto salgo a la calle en la puerta de la fiscalía lo hubiese dicho. No lo noté preocupado en ese momento", dijo el dirigente recordando la reunión que mantuvieron con Nisman cuatro días antes de morir.

Una de las amenazas reproducidas por AJN indica: "Si no renunciás en 24 horas, mirá bien por dónde vas. Porque no te queda mucho, judío hijo de mil putas. Viva Irán. Viva Hizbollah. Viva el Islam, muerte al sionismo usurpador".

El remitente se presenta como Iván Velázquez, nombre de un exagente de la Secretaría de Inteligencia y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) al que investigaba la jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, exesposa de Nisman, como parte de una banda que 'hackeaba' correos electrónicos de dirigentes políticos y famosos, explicó Infobae.

Desde que se conoció la muerte de Nisman, un día antes de acudir al Congreso a explicar las bases de su grave denuncia contra Kirchner, surgieron cuestionamientos a los servicios de inteligencia argentinos por parte de la oposición y el Gobierno.

De esta manera la Presidenta impulsó una polémica reforma del servicio de espionaje que esta madrugada fue aprobada por el Congreso. La ley crea una Agencia Federal de Inteligencia, en la que las escuchas telefónicas, que se revelaron como método de extorsión del poder, pasan a cargo de una dependencia de la Fiscalía General de la República.

La oposición -minoría en el Congreso- rechazó la iniciativa por considerar que desviaba el eje del debate que es esclarecer la muerte de Nisman y porque acusan a la Fiscal General, Alejandra Gils Carbó, de responder al Gobierno.

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