RÍO DE JANEIRO (AFP)

Los mercados, que preferían al derrotado presidenciable Aecio Neves y han mostrado "alergia" a Rousseff en los últimos tiempos, se desplomaban en la primera jornada hábil tras el balotaje.

La bolsa de Sao Paulo caía 3,77% y se situaba en 49.983 puntos hacia las 13h10 (15h10 GMT), reduciendo pérdidas tras registrar un derrumbe de 6% minutos después de la apertura.

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El real también caía un 3,21%, cotizado a 2,53 ante el dólar, tras caer casi 4% al inicio del día.

La exguerrillera de 66 años, triunfó con 51,6% de los votos, apenas tres puntos sobre Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB, centro), que obtuvo 48,3% en la elección más reñida del país desde 1989.

"Es esperado que el mercado reaccione con pérdidas este lunes, la presidenta tiene que anunciar esta semana quién será su ministro de Hacienda", dijo a la AFP el economista jefe de Gradual Investimentos, André Perfeito.

Aecio Neves, que encarnaba el cambio, atraía a la clase media y alta, a los mercados y a los desilusionados por los escándalos de corrupción ligados al Partido de los Trabajadores (PT, izquierda). Prometía un giro liberal para reactivar el crecimiento y menos intervención del gobierno en la economía.

Volver a crecer

"La palabra más dicha durante la campaña fue cambio. Fui reelecta a la presidencia para hacer los cambios que la sociedad quiere", subrayó Rousseff en su primer discurso tras ser reelecta, y prometió adoptar medidas "para recuperar nuestro ritmo de crecimiento".

La mandataria anunció hace semanas la próxima salida del gobierno del desprestigiado ministro de Hacienda, Guido Mantega, que aún no tiene reemplazante oficial.

Tras un alza espectacular de 7,5% en 2010, durante el primer mandato de Rousseff la séptima economía mundial ha registrado un magro crecimiento, menor incluso al de las demás potencias emergentes.

El primer semestre de 2014 sufrió una recesión técnica y tanto los mercados como el FMI esperan que el año concluya con un alza del PIB cercana a cero.

A esto se suma una inflación de 6,75% en 12 meses, por encima del techo de la meta oficial, aunque el desempleo todavía se mantiene muy bajo, en 4,9%.

"El primer desafío de Dilma Rousseff es reaproximarse al mercado. Tener un buen diálogo con el sector empresarial, el sector financiero que, sin duda, estaban muy descontentos con ella", dijo a la AFP el analista Marco Antonio Teixeira, de la prestigiosa Fundación Getulio Vargas en Sao Paulo.

Durante los 12 años de gobierno del PT, más de 40 millones de brasileños salieron de la pobreza e ingresaron en la clase media gracias a subsidios directos para familias pobres, viviendas populares, enseñanza técnica gratuita y cuotas universitarias para negros y estudiantes de muy bajos ingresos. La presidenta promete ampliar estas conquistas.

Llamado al diálogo

Como mostraron las masivas manifestaciones callejeras de 2013, los brasileños están hartos de la corrupción de la clase política.

Rousseff, que se convirtió en la primera mujer presidenta de Brasil en 2011, también tiene como desafío enfrentar las denuncias de corrupción en la estatal Petrobras que corroen su partido y formar alianzas legislativas con un parlamento repartido entre 28 partidos políticos para poder gobernar.

"Mis primeras palabras son un llamado a la paz y la unión", dijo Rousseff la noche del domingo, y prometió en su discurso endurecer las penas contra la corrupción.

"La ajustada victoria de Dilma le aporta grandes desafíos: deberá unir al Brasil hoy dividido en dos con una gran animosidad; el PSDB tiene un sentimiento de odio y de aversión al PT a raíz de los escándalos de corrupción", dijo a la AFP Daniel Barcelos Vargas, analista político de la universidad privada Fundación Getulio Vargas en Rio.

La oposición socialdemócrata, fortalecida por su mejor resultado en las últimas cuatro elecciones presidenciales, hará una fuerte presión para que se investiguen las denuncias.

Varios jefes de Estado se apresuraron a felicitar a la mandataria reelecta, desde el venezolano Nicolás Maduro al estadounidense Barack Obama, del ruso Vladimir Putin a la Unión Europea.

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