Los pronósticos climáticos avizoran un 80 % de probabilidades de la ocurrencia del fenómeno La Niña y los organismos especializados en el ámbito pronostican un paso rápido del Niño a este evento incluso ya desde junio y julio próximo. Según los economistas César Barreto y Jorge Garicoche, la planificación será importante para aminorar los efectos que pueda ocasionar a nivel nacional.

En comunicación con la Nación/Nación Media, Barreto indicó que si bien ningún modelo matemático o estadístico del clima tiene una certeza, son indicios que tenemos que tener en cuenta y seguramente los productores lo estarán haciendo, por ende, tratarán de distribuir sus épocas de cultivo para minimizar los riesgos.

“A nivel macroeconómico, sabemos que si viene una sequía importante que afecte sustancialmente la cosecha significa una alta probabilidad de recesión y de una depreciación del guaraní por la escasez de dólares”, aseguró. Además, sería la tercera sequía importante en un periodo de 7 años, por lo cual el Gobierno tendrá que desplegar políticas fiscales y monetarias que permitan amortiguar el golpe.

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En tanto, en el plano internacional se reporta un escenario poco favorable. “Debemos ser conscientes de ello y actuar en consecuencia. Ser más prudentes en nuestras decisiones de gasto y endeudamiento”, advirtió el exministro de Hacienda.

Barreto mencionó que los problemas en Medio Oriente sumados a la guerra en Ucrania generan tensiones que impactan en la volatilidad del precio del petróleo. El precio de la soja bajó un 20 % y su tendencia es difícil de prever en las condiciones actuales, entre el ritmo de crecimiento de la demanda china y el crecimiento de la producción en Brasil como otras partes del mundo.

A esto se le agrega el hecho de que las tasas de la Fed (Sistema de la Reserva Federal) del banco central de los Estados Unidos permanecerán altas por más tiempo, lo que implica costos financieros más altos para todas las economías emergentes y a Paraguay.

Diversificar la economía

Por su parte, Garicoche consideró que las lecciones aprendidas en el pasado y los apuntes del presente deben servir para planificar a corto, mediano y largo plazo, ya que en los últimos años se generaron pequeñas diversificaciones que sirvieron de amortiguadores para situaciones como estas. “Seguir creciendo en diversificar nuestra economía, en apuntar a tener más amortiguadores, más motores económicos que nos permitan realmente adaptarnos a los cambios que puedan llegar a tener los factores climáticos”, dijo en conversación con LN/NM.

Detalló que si bien se habla de que las consecuencias serían mayores para el sector primario. Hay que mencionar que parte del sector secundario también depende de los insumos que se generen en este sector. “La carne depende de que el sector ganadero se desarrolle tal cual tiene que ser, la industria aceitera necesita de la producción primaria, efectivamente está conectada parte de nuestra economía a todo esto”, afirmó.

El fenómeno climático La Niña está caracterizado principalmente por el déficit de lluvias. Según había manifestado a este medio el director de la Unidad de Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Édgar Maye­regger, en caso de que ocurra y se migre a dicho evento, la situación puede ser complicada a partir de julio en adelante, por lo cual las buenas prácticas agrícolas como el manejo del agua será vital para la temporada y lograr una mejor producción.

Datos claves

  • Los pronósticos climáticos avizoran un 80 % de probabilidades de la ocurrencia del fenómeno La Niña.
  • De concretarse, sería la tercera sequía importante que enfrenta el país un periodo de 7 años.
  • Economistas apuntan a tener más amortiguadores o motores económicos para sobrellevar las consecuencias.

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